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La pintura es un camino de introspección en el que me voy descubriendo cada día, pues mi obra es personal, recoge cada metamorfosis vivida, cada velo que cae de mi mirada, con la impronta de SER.
Tras mi trabajo hay una intención de transformar lo intangible en materia, de forma que refleje lo que soy y hacia dónde evoluciono. Quedando así plasmadas sobre la tela las vivencias, las emociones, los recuerdos, las roturas, los sueños, y todo lo que compone mi Universo.
La emocionalidad del color me lleva a explorar y descubrir las conversaciones cromáticas que surgen entre colores mediante las formas.
Observar las diferentes series que voy creando me invita a meditar acerca de la evolución y el crecimiento personal que trae implícito el proceso creativo.
Me descubro en la pintura, como deseo que te descubras a ti mismx cuando te sitúes ante ella. Porque cada obra establece un diálogo diferente según el observador, pues el color y la forma nos hablan de nosotros mismos, nos comunican.
Cada uno de nosotros puede experimentar distintas vivencias frente a una misma pintura. De manera que algo común a todos se transforma para aportarnos una experiencia personal e individual en la que descubrirnos.
así es como vivo, como creo, como pinto
| inmersa en conversaciones cromáticas |
